Busca y encuentra el alfabeto en español (rimado)

Aprendemos el alfabeto y nuestras primeras palabras escritas

Nuestro cerebro adquiere nuevos conocimientos de manera más fácil y rápida si los asociamos a conocimientos que ya teníamos. Por ejemplo ¿cuál de estas dos  opciones te resulta más fácil comprender?

1. Una fruta tropical, dulce, con pulpa crujiente, y piel suave…
2. Es una fruta similar a la manzana 

El cerebro aprovecha conexiones neuronales ya creadas para incorporar en ellas nuevas conexiones.

Es por eso que la mayoría de expertos apuestan por empezar a enseñar a leer a los niños palabras que signifiquen, o puedan asociar, a algo que ya les es familiar. En este libro hay una palabra para cada letra

Una microhistoria con rima para cada letra

Cuando rimamos una frase o un par de palabras, nuestro cerebro puede codificar esta información de manera más sencilla. Esto se conoce como “codificación acústica” la capacidad de recordar y comprender algo aprendido a través de la audición. 
A través de esta codificación acústica el niño recordará con más facilidad una microhistoria asociada a cada letra y representada por una palabra que empieza por esa letra

Busca y encuentra cada letra en la imagen

El juego del busca y encuentra, en general, favorece la concentración y la agudeza visual. En concreto, en el caso de mi chiquitina puedo afirmar que en ella fomenta la autoestima: es muy hermoso ver lo orgullosa que se siente ella de “ser capaz” de superar ese reto.

En este libro el objetivo del busca y encuentra es que los peques aprendan a reconocer las formas de las letras.

Creé este libro para que mi chiquitina, que ahora tiene 2 años y 8 meses aprenda el alfabeto de forma lúdica y de la forma que a mí más cómoda me resulta también, que es: en nuestra hora del cuento antes de dormir, descansando y leyendo historias cortitas.

Cuando descubrí lo muchísimo que a mi chiquitina le gustaba el juego de buscar y encontrar objetos en una imagen, supe que sería la manera ideal de ayudarla a reconocer y memorizar los símbolos de las letras.

Al contrario que en el libro de actividades, (uno que creé anterior a este con los números, las vocales y otras cosas pero que la prota también es Popi)  en este libro he querido simplificar al máximo el escenario en que esa letra se esconde, porque en cada página hay también una historia rimada con una palabra que empieza por cada letra del abecedario: mi objetivo es que los chiquitines, en mi caso concreto, la mía, dirijan su atención tanto a la letra escondida como a la palabra sobre la que trata la microhistoria. Y que vayan reconociendo de esta manera sus primeras palabras escritas.

Para llegar a este libro, primero leí yo a cerca de cómo los niños aprenden a leer: al parecer la mejor manera es asociando las palabras escritas a algo que ya conocen, de esta manera su cerebrito aprovecha conexiones neuronales ya existentes (por ejemplo, la imagen de un patito) para incorporar datos nuevos (la palabra: pato).

Y bueno, para aquellos adultos con niños de 2 añitos (o incluso menos) que como yo, sabéis que aunque vuestros peques aún no tengan la suficiente motricidad fina como para dibujar una letra A pero sí inteligencia de sobra para aprender a reconocer la letra A en un libro, en una matrícula de coche, o en un letrero, os deseo que disfrutéis este libro tanto como lo vamos a disfrutar mi familia y yo

Lo mismo deseo para los que vuestros peques ya son un poco más mayores y están en esa hermosa etapa de aprender a leer: aquí tenéis un libro con historias rimadas muy, muy cortitas, que se lee en un momento, y ayudará muchísimo a vuestros peques a reconocer sus primeras palabras porque podrán asociarlas a una pequeña historia rimada que les será muy fácil recordar gracias a la codificación auditiva.

Mi propia experiencia con este libro

Escribo esto cuando mi chiquitina tiene 2 años y 9 meses. Recibimos el libro hace 20 días y el avance que hemos logrado en su aprendizaje de las letras ha sido, buff, maravilloso. Hará como 5 días, leyendo el libro por la noche me propuse empezar a preguntarle qué letra era cada cual, más que nada para saber cómo iba…después de haberlo leído por lo menos 14 veces (es un libro que le gusta mucho y desde que nos llegó lo hemos leído casi cada noche). Su padre y yo nos quedamos atónitos: se sabía el 85% del alfabeto.

A mí, como madre y como creadora de la obra en cuestión, se me saltaron las lágrimas de ver que mi pequeñusa, con 2 años y 9 meses, que aún habla con “acento de bebé” ya era capaz de identificar la gran mayoría de las letras del abecedario…guau, en esos momentos es cuando sientes la inmensa recompensa por el tiempo que has empleado en crear el libro, y en leérselo.

Pero lo mejor de todo esto es que ella realmente se sentía una “campeona de las letras” -guau eres una campeona- decía para referirse a sí misma, porque ella aún se refiere a sí misma muchas veces en segunda persona, que es como nosotros le decimos jejejejej.

Como decía, lo mejor de todo esto es que ahora a ella le gustan las letras y recibe de buen agrado todo lo que tenga que ver con ellas: un puzle de letras, un juego de letras para la arena de la playa…El que le gusten las letras no es ni más ni menos que el primer pasito para el éxito en cualquier cosa que vaya a estudiar en su vida, porque, tal como está estructurada la educación hasta para estudiar matemáticas va a necesitar tener una buena comprensión lectora.

Así que bueno, aquí una madre que no cabe en sí de gozo de ver lo que ha conseguido con perseverancia y 2 libros: este y el de los animales y las letras, que ese sí llevábamos trabajando unos 3 meses, aunque no con tanta frecuencia como este.

En un vídeo de tik tok de una psicóloga infantil (qué pena no haber guardado el vídeo, para poder mencionarla ahora por su nombre) escuché que los niños de entre 2 y 3 años tienen como una especie de adolescencia infantil, porque, al igual que en la adolescencia sus conexiones neuronales se duplican, es decir, entre los 2 y 3 años nuestros chiquitines tienen por mente un terreno extremadamente fértil en el que sembrar cosas buenas…son pequeñas esponjitas de sabiduría.

Como contras de este libro, pondría que me da la impresión de que a mi chiquitina no le gusta tanto el juego de “busca y encuentra” como en el libro del conejito de pascua o en el de actividades de Popi, intuyo que cuando la letra está muy fácil de encontrar sobre un fondo blanco, ya no es tan estimulante como cuando la tienes que buscar en una escena completa.

En cualquier caso, este libro le apasiona y con él ha aprendido ya casi todo el abecedario (estoy segura que en una semana termina de aprender las diferencias entre v y w, y alguna otra letra que le cuesta un poco más) y ha desarrollado interés genuino por las letras, así que yo me doy por satisfecha. Muy, muy satisfecha. No, en realidad ¡estoy pletórica!

libro para aprender el alfabeto para niños

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