Después de buscar libros para abordar este tema con mi chiquitina decidí crear yo este porque cumple los dos objetivos que yo buscaba: 1) plantea un beneficio por el que dejar el pañal y 2) integra un juego de refuerzo positivo que podía resultar estimulante para dar ese paso.
Leímos el libro varias noches antes del “gran momento”, incluso grabé un vídeo que subí a mi canal de youtube…en mi experiencia personal, debo decir que antes de quitar el pañal, este libro me sirvió para saber los sentimientos de mi chiquitina hacia ese cambio: le aterraba. No quería ni oír hablar de eso de quitarle a ella el pañal, incluso en el vídeo se la oye “no queee” (no quiero). La verdad es que saber que ella se sentía así hacia este cambio ayudó mucho, a mí como madre para no exigirle y tratar este asunto con más suavidad si cabe y junto con el libro, mucha terapia narrativa.
El primer día fue trágico totalmente, tanto, que el segundo día mi chiquitina no quería ni acercarse al jarro. Entonces tuve que echar mano de las pegatinas: le daba una, no por hacerlo bien, sino simplemente por intentarlo. Eso ayudó…pero sólo medio día…por la tarde ya no estaba interesada en absoluto en las pegatinas, entonces tuve que echar mano de juegos como “corre que te pillo” y toda suerte de chantajes para hacerla llegar al baño (y querer sentarse).
Así que nos olvidamos del libro y de las pegatinas…hasta el tercer día en que por fin lo hizo bien, y entonces fue ella la que me pidió las pegatinas y el libro, lo que me hizo darme cuenta de que lo había comprendido todo a la perfección y que ella misma se sentía merecedora de su “premio”.
Después de aquello, ella me pedía que le leyera el libro del osito Riqui, que comentábamos juntas, y yo veía cómo ella se sentía identificada con el personaje de forma positiva, ahora ya no le aterraba…(de hecho, a veces va recitando el libro del osito Riqui por la casa, como si fuera un poema)
Al cabo de 7 días sucedió que todo lo hizo bien en el baño, pero tengo que decir que después de eso han habido muchos, muchos, accidentes…yo hablando con muchos padres me dicen siempre que sus hijos lo llevan muy bien y en mi caso, después de tres o cuatro semanas que llevamos sin pañal, aunque la mayoría de veces va bien la cosa y muchos días hace pleno, sigue habiendo accidentes… Eso me ha hecho indagar más, y he leído que, desde que se empieza, en la mayoría de niños pueden pasar entre 3 y 12 meses hasta que adquieren independencia para ir al baño. No es una cuestión de 2 días como se desprende de algunos métodos que prometen que en 3 días la criatura ya lo controla a la perfección. Es un proceso más lento en el que intervienen muchísimos factores.
Por desconocimiento, me equivoqué al pensar que mi chiquitina sería de las que en 3 días lo controlaría a la perfección, pero cada vez que veo las páginas del libro llenas de pegatinas, todos esos pequeños logros, me doy cuenta de que está progresando mucho, y que lo está haciendo muy bien.
Así que tengo que decir que este libro está siendo uno de los más importantes en la vida de mi chiquitina y la mía. Aunque en un principio mi intención era que lo leyera ella, al final la que he aprendido de él he sido yo: a saber comprender los sentimientos de mi hija respecto a un cambio tan importante en su vida y a mantener alejada mi frustración por los accidentes… cada vez que veo todas esas pegatinas, todos esos pequeños logros del día a día, me siento inmensamente feliz por lo bien que lo está haciendo.
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